Quiero que me quieras
ninguna otra cosa
que me tomes
que me bebas
que me guardes en tu alcoba
que me lances cual cometa
y me traigas a la tierra,
que seas las luces de mis sombras
la cordura que me temple,
y el ancla de mi sinrazón y desconcierto
Quiero forjar contigo
eslabones de cadenas de alegrías
cada una en la suma de las noches
y su reflejo en el brillo de sus días
Quiero el oxígeno que exhalas
nutrirme de la brisa que tus labios gentilmente provocan
de todo eso tuyo: agudo, incomprensible y verdadero
Quiero que, en esta latitud del universo
seas el portal a un nuevo paraíso
la respuesta final a todas las preguntas
los porqués de todo lo pasado,
el sentido de la biología y de sus tiempos
el descanso de una búsqueda incansable
y la verdad creada en cada encuentro
Pido para nosotros y lo nuestro
generado en el guiño de un instante
que se extienda enérgico en una cadencia resuelta y constante
de descubrimientos, de descargas y de sorpresas
Finalmente quiero, como decía en primeras líneas,
tenerte uno a uno de los segundos y sus horas
extenderme hacia ti en albores y en auroras
inventar nuevas emociones plenas de efervescencias
y pronunciar tu nombre con la profundidad de mis amores