Fue que dejé de pensarte;
—ya no estás tanto en mí—,
Corazón,
permitiste que el sentimiento enfermara,
que sufriera desconsuelo,
por la espera,
por la indecisión,
por el interés,
por la cobardía…
así entonces,
enfrentemos este medio amor,
que una vez nació, porque existe,
pero que ya empezó a morir.