Soy la sal

Soy una travesura de la vida, una mala pasada
El exceso de noches que en la última pirueta produce nauseas
Soy una tristeza forjada a golpes de martillo
Soy nada
Perdido en el tiempo, cómplice de mi destino
soy un andariego que cuenta historias
que come su tiempo en vasijas frías
Soy el ruido que distrae la calma
un ladrón arrepentido, que, aun así, hurta el tiempo, quita el aire
se lleva el brillo de los ojos de jóvenes mujeres.

Yo robo la sustancia de las almas tiernas
Soy el caníbal de quien a la cama acompaña
Soy un raterillo furtivo, imbécil, insensato
entro a los hogares y robo lo más preciado
Yo soy nadie
Soy sal que curte las pieles, el filo que corta los cuerpos
Una sumadora que no suma
que tuerce la aritmética con sorprendentes argucias
Soy una amargura perpetua, soy la máscara del genio
Soy quien no se perdona y no suelta la carga
Soy el que no será, quien que no debe ser,
el no elegido, un amante perdido.
Soy el beso insípido. Un horrendo narciso.

Víctor Raúl Ordóñez

@vrordonez
@poemario

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