No dejas de chispear
de titilar como estrella
de fluir como la brisa
No dejas de nutrir
lo invisible
que tanto importa
No dejas de sentir
de desbordarte
de endulzar el alma
No dejas de ahondar
de inquietar la vida
de provocar insomnio
No dejas de esculpir momentos
que se dibujan en el aire
y quedan como marca
No dejas ni un instante
de provocar la vida
como un retoño rebelde
No me dejas que respire
porque a tu lado
lo robas todo
No dejas de fluir
de esconderte entre las sombras
de aparecer sin razón alguna
No dejas tú, de ser sentido
la ubicación del alma
y el compás que nos lleva
No dejas
ni dejarás de ser tú
la sorpresa de los días
las razones de estas cosas
los anhelos que se cumplen
y de las ondas tan sonoras
la causa y el impulso
del ritmo y el ahora